¿QUÉ ES LA ENERGÍA TÉRMICA?

La energía térmica solar es una forma de energía que se obtiene a partir del aprovechamiento del calor del Sol. Esta energía se utiliza para calentar agua, generar vapor y, en algunos casos, producir electricidad o para aplicaciones directas en calefacción y refrigeración.

Existen dos principales formas de aprovechar la energía térmica solar:

Colección térmica solar: Este método consiste en captar la radiación solar y convertirla en calor. Se utilizan dispositivos llamados colectores solares, que generalmente están compuestos por paneles o espejos reflectantes que concentran la luz solar en un área reducida, donde se encuentra un medio de transferencia de calor, como agua o aire. El calor generado se puede utilizar para calentar agua en sistemas domésticos o industriales, proporcionar calefacción en edificios, secar alimentos o incluso para generar vapor en centrales térmicas.

Energía solar concentrada (CSP, por sus siglas en inglés): Esta tecnología emplea espejos o lentes especiales para concentrar la luz solar en un punto focal, donde se coloca un receptor que absorbe la energía solar y la convierte en calor. Este calor se utiliza para generar vapor y accionar una turbina que produce electricidad en una planta de energía solar térmica.

Ambas formas de energía térmica solar son formas limpias y renovables de energía, ya que no producen emisiones de gases de efecto invernadero ni agotan los recursos naturales. 

La energía térmica solar es especialmente útil en regiones con abundante radiación solar, ya que aprovecha la energía del Sol, una fuente prácticamente inagotable en comparación con los combustibles fósiles, que son limitados y contribuyen al cambio climático. Es una tecnología en constante desarrollo y desempeña un papel importante en la transición hacia un sistema energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.